El proyecto VMC está centrado en las personas mayores en situación de dependencia, en las personas cuidadoras y en las potencialidades del entorno comunitario.

El diseño del proyecto cuenta con elementos claves como el modelo de gestión de casos y planes de apoyo personalizados en el componente desinstitucionalizador que se promueve en Navarra y la intensificación y transformación del Servicio de ayuda a domicilio y la formación a personas cuidadoras no profesionales en el componente preventivo que se lleva a cabo en Cataluña. En ambos componentes es fundamental la activación de la coordinación social y sanitaria, la potenciación del entorno comunitario y la plena participación de las personas mayores, siendo la intervención de CEOMA imprescindible como entidad representativa de las personas mayores y sus derechos.

Este riguroso diseño intenta comenzar a introducir el método científico en los servicios sociales, y ayudar en un diseño futuro de los cuidados de larga duración más basado en la evidencia y menos en las creencias. Además ha sido validado por los comités de Ética e Investigación de prestigiosos centros universitarios en Cataluña y en Navarra.

El proyecto se desarrolla a través de un equipo interdisciplinar de investigadores con una gran trayectoria profesional dentro del ámbito social y sanitario. Cuenta con el aval de la SEGG como entidad científica con actividad investigadora que garantizará el seguimiento de una metodología rigurosa de evaluación y análisis, que posibilitará obtener resultados extrapolables a otros entornos con la visión de transformar políticas públicas, pasando de creencias iniciales a evidencias científicas que impacten en la calidad de vida de las personas.

El componente de Cataluña está dirigido a personas mayores en situación de fragilidad y dependencia que viven en su domicilio, así como a sus cuidadores no profesionales, para retrasar su institucionalización.

Desde esta vertiente preventiva, el proyecto está enfocado a incrementar y mejorar la atención domiciliaria para disminuir y retrasar la institucionalización de personas en situación de dependencia con grados II y III. La prueba piloto del componente de Cataluña se realizará en las provincias de Barcelona y Tarragona y contará con la participación de los ayuntamientos de Reus y Manresa. También cuenta con el apoyo de la Agencia de integración Social y Sanitaria (AISS), dado que se trata de una iniciativa que va en la línea de la atención integrada sanitaria y social, y centrada en la persona.

El componente de Navarra busca estudiar las variables y barreras existentes para que aquellas personas que quieran dejar la residencia puedan volver a vivir en la comunidad. Se trata de componente “desinstitucionalizador” que intenta identificar a las personas ingresadas en residencias de mayores que tienen voluntad de continuar su vida en la comunidad. Lógicamente con un plan de apoyos adecuado, pactado y seguro. En este caso no se trata de mejorar el “umbral de institucionalización” sino mejorar la autonomía de las personas, a pesar de que puedan tener un elevado grado de dependencia.

Se plantea ofrecer a personas institucionalizadas, en dos centros residenciales de Navarra, la posibilidad de retornar a la comunidad a través de un proceso de desinstitucionalización, con el apoyo de viviendas adaptadas y apoyos comunitarios como alternativas a la institucionalización y a través de una metodología de gestión de casos. El objetivo de la persona gestora de casos es velar porque se cumpla el plan acordado con la persona, movilizando todos los recursos necesarios y garantizando una atención integral y continuada de las necesidades de cada persona. Siendo a realización del proyecto en el Vergel (en Pamplona, con 161 plazas), Santo Domingo (en Estella, con 80 plazas) y nuevos domicilios hacia donde se dirijan los participantes de la segunda etapa durante la intervención (desinstitucionalización).